Quiero ir en tu Nombre adonde quieras.
Me pongo en tus manos, como el barro en las manos del alfarero.
Haz de mí un testigo de la fe para iluminar a los que andan en tinieblas.
Un testigo de esperanza, para devolver la ilusión a los desencantados.
Un testigo de amor, para llenar el mundo de solidaridad.
Aquí estoy, Señor, envíame.
Pon tu Palabra en mis labios,
pon en mis pies tu diligencia y en mis manos tu tarea.
Pon tu Espíritu en mi espíritu, pon en mi pecho tu amor,
pon tu fuerza en mi debilidad y en mi duda tu voluntad.
Para que ponga respeto entre los seres, justicia entre los hombres,
paz entre los pueblos, alegría en la vida, ilusión en la Iglesia,
gozo y esperanza en la misión. Amén.
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