La cuaresma es tiempo de esperanza y súplica. De esperanza de que el Señor pase por mi vida y que mediante la
dinámica de muerte y resurrección hace posible el crecimiento. De súplica, porque
es ponerse delante de Él tal cual soy y pedirle lo que me parece necesito y
luego es Él el que sabe lo que hace
según su proyecto en mí.
según su proyecto en mí.
Tiempo en que el Señor pasa por mi vida de una manera sencilla y a la
vez notoria, pasa y va posibilitando con su fuerza y con su gracia resucitada. «Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?» (Is
43, 19)
¿Qué es lo nuevo que está brotando en tu vida?
Hna. Paola Mª Bolagay
Misionera Eucarística de Nazaret
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