La vocación es el sueño de Dios en cada persona.
Tu respuesta a su llamada lentamente te modela;
el sueño se vuelve realidad...
La vocación, precioso pensamiento que tu Padre tiene sobre ti,
surge antes del sol...
Cada vocación, es un amanecer, es la respuesta de cada mañana,
es una llamada nueva cada día...
Es la luz del rostro de Dios que resplandece sobre tu rostro.
(P. Amedeo Cencini)
Ingreso al Postulantado de Lisbeth y Jennifer |
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