miércoles, 13 de febrero de 2013

40 días para volver(se) al Dios verdadero

 
   Comienza la Cuaresma y, una vez más, es un don que Dios quiere regalarnos. Su gracia no necesita tiempos especiales para derramarse con abundancia nueva. Pero nosotros sí necesitamos abrir nuestro corazón con nuevo ardor y dejar que su amor, su misericordia, su perdón, su persona, inunden toda nuestra vida, nuestro corazón.
   ¿Cómo descubrir a nuestro Dios? El Evangelio de hoy nos da algunas pistas: La oración, la limosna y el ayuno. Oración que implica ponerse confiadamente en manos del Padre. Limosna para enterarnos (¡se nos olvida con tanta facilidad!) que quien está a mi lado es mi hermano y me necesita. Ayuno (de alimentos o de otras realidades, situaciones,…) para descubrir que necesitamos a Dios más que la comida o esas otras cosas que nos pueden cegar los ojos del corazón.
   Así, esta Cuaresma puede significar para nosotros una verdadera conversión, la que lleva a Dios, la que vuelve nuestro corazón a Dios.

Hna Mónica Mª
Misionera Eucarística de Nazaret


No hay comentarios:

Publicar un comentario