viernes, 27 de febrero de 2015

"Porque hemos visto, venimos a adorarLe" (Testimonios Convi Jóvenes, Málaga 2015)

Irradiaban felicidad
«Porque hemos visto… venimos a adorarLe»: este era el lema de esta convivencia y casualmente tenía mucho que ver con lo que viví en los tres maravillosos días que estuve en Villa Nazaret. Me enteré de esta convivencia por una amiga y llegué a la casa sin conocer a nadie y sin saber cómo era la vida de personas dedicadas a la vida consagrada en su día a día. Lo que más me llamó la atención fue la inmensa felicidad que tenían las hermanas.
Personalmente, estoy muy agradecida con ellas, ya que me enseñaron que vivir en el amor de Dios nos hace plenamente felices y nos llena todos los vacíos del alma. De esta convivencia me llevo todos los momentos vividos en la capilla, ese lugar en el que se siente tanto la presencia de Jesús Sacramentado que nunca te quieres ir de allí. También tener la oportunidad de vivir en total fraternidad con las hermanas y demás jóvenes. Y sobre todo llevarme la fuerza necesaria para seguir dándome a los demás y caminar junto a mi Señor. Raquel.

Jesús habla en el silencio
Una experiencia muy bonita que Dios me ha dado en esta convivencia ha sido ofrecer un teatro, un rato de entretenimiento con los pequeños y una charla con las familias que venían a recoger mantecados y juguetes para los niños. Compartiendo con ellos, llegamos todos a la conclusión de que dejándose llevar por Jesús todo se puede, no hay barreras, simplemente hay que estar en silencio y él te dirá qué hacer porque habla muy bajito.
Aprendí que aunque todo sea difícil, haya obstáculos o te desesperes, buscando en la palabra de Jesús encontrarás un mundo lleno de amor donde la tristeza no existe y donde solo hay felicidad, alegría y paz. Sé que sólo soy un crío y que me queda mucho que pasar pero he quemado tantas etapas de la vida que me di cuenta de que ese no era el camino y gracias a Jesús veo que existe otro estilo de vida que es amar y ser amado por él, porque solo él es el que está en los peores momentos, el que lo sabe todo de ti, el que te llena cuando estás vacío, el que te da esa chispa de alegría cuando estás triste.
Como les dije, yo he quemado todas las etapas siendo un chico de calle más bien y ahora soy una persona que se siente completa porque sé que Jesús está ahí. Pase lo que pase sé que me perdonará porque su mensaje es amar. En fin esto fue lo que me llevé de Villa Nazaret en aquel retiro. Dios os bendiga. Antonio.

Dios es nuestra luz
Quizás al principio fue un poco más de sorpresa, de no conocer a nadie, de ¿dónde estoy?, ¿qué hago aquí? Pero poco a poco entré en la dinámica, me fui metiendo de lleno en el ambiente que fue muy cálido y distendido pues todos los que estábamos veníamos con el mismo propósito, saber qué quiere Dios de nosotros y cómo nos llama. Y nos llama y nos pone personas en el camino para darnos cuenta de las oportunidades que nos brinda día a día. De cómo enciende una luz en nuestra oscuridad, en nuestros problemas, en nuestras enfermedades, en nuestros pensamientos, y nos dice que no estamos solos, que Él está con nosotros y no nos abandona.
Por si fuera poco, nos pone personas a nuestro alrededor que, sin saberlo, complementan un poco más nuestra vida y nuestras metas, nuestros propósitos y nuestros proyectos, y que, al fin y al cabo, muchas veces coinciden con los de muchas personas con las que nos relacionamos en el día a día sobre todo como las que he conocido en esta convivencia.
Él no sólo no nos abandona sino que intenta hacernos más felices día a día poniendo personas a nuestro alrededor para que lo consigamos. Hasta la locura nos ama y deberíamos de amarlo pues, como dice la canción, nos puede faltar todo en la vida incluso hasta la vida pero nunca quiero que me falte el deseo de amarte hasta el final. José.

Algunos de los participantes en la convi. Detrás la Catedral de Málaga.

Lee el artículo completo en este enlace del Blog Eucarístico

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