viernes, 29 de noviembre de 2013

María, Madre de nuestra fe



 ¡Madre, ayuda nuestra fe! 
     Abre nuestro oído a la Palabra para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada. Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe. Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar. Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Recuérdanos que quien cree nunca está solo. Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino. 
     Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor. 

(Encíclica Lumen fidei, 60) 

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