sábado, 9 de marzo de 2013

De corazón a Corazón

Cuando miro el horizonte de la Cuaresma y veo la Pascua al final del trayecto, el camino cuaresmal se llena de sentido. ¡Yo quiero celebrar la Pascua!!! ¡Yo quiero acoger la Vida! (la Vida con mayúsculas).



Y entonces... descubro que esto no se improvisa (porque nada se improvisa en nuestra vida). Y entonces... descubro que es necesario preparar el corazón, adentrarse un poco más en el Corazón de Dios y, desde allí, mirar mi propio corazón y descubrir esos rincones que todavía permanecen oscuros. Y pedirle y dejarle que ilumine toda mi casa. Pedirle y dejarle que transforme todo aquello que en mí no hace transparente su Presencia
¡Ése es mi camino en esta Cuaresma!

Dios quiere entrar en tu casa, en tu corazón... 
Quiere resplandecer en ti... ¿le dejas?


Hna. María Cecilia
Misionera Eucarística de Nazaret



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